domingo, 17 de noviembre de 2013

Diferenciaciòn celular

La diferenciación celular es el proceso por el que las celulas adquieren una forma y una función determinada durante el desarrollo embrionario o la vida de un organismo pluricelular, especializándose en un tipo celular. La morfología de las células cambia notablemente durante la diferenciación, pero el material genético o gefnoma., permanece inalterable, con algunas excepciones.
Las caracterisricas de la diferenciacion celular son:
Las Pluripotenciales: Pueden formar varias celulas vdiferentes como tambien pueden diferenciarse en varias celulas distintas.
Las Totipotenciales: Pueden diferenciarse en todas las celulas.
Las Unipotenciales: Pueden diferenciar solo a un tipo de celula.
En la inmensa mayoría de los organismos pluricelulares, todas las células no son idénticas. Por ejemplo, las células que forman la piell en el ser humano son diferentes de las células que componen los órganos internos. Sin embargo, todos los diferentes tipos celulares derivan de una sola célula inicial o cigoto, procedente de la  fecuncacion de un ovulo  por un espermatozoide, gracias a la diferenciación celular.
La división de la cigota origina un embrión 
La fecundación se presenta como resultado de la fusión de los gametos 
haploides masculino y femenino para formar la célula cigota o cigoto diploide. 
En ese momento se activa el desarrollo: el cigoto comienza una rápida serie de divisiones y a partir de ese instante comienza a llamarse embrión. 

Las primeras células del embrión son similares 
A) Cigota de erizo de mar. 
B) Embrión de 2 células. 
C) Embrión de 4 células. 
D) Embrión de 8 células. 
Una vez que el embrión ha sufrido muchas divisiones, toma  la forma de una esfera, que por su parecido a las moras, se  denomina mórula. Es interesante notar que la cigota es una  de las células más grandes del organismo, y las sucesivas  divisiones que sufre no cambian su tamaño. Por lo tanto, las  primeras divisiones del estadio embrionario generan células  cada vez más pequeñas.  El desarrollo del embrión continúa hasta que se llega a  formar una bola hueca de células que se denomina blástula. Hasta este período las células son más o menos similares.  No tienen actividad biosintética. Han heredado el citoplasma,  junto a los componentes que allí estaban presentes (ARNm,  ribosomas, proteínas, etc., etc., etc.), que generación tras  generación pasó desde la cigota.  La diferenciación celular forma tipos celulares muy diferentes  
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En determinado momento, ocurre un evento de proporciones dramáticas: una  serie coordinada de migraciones celulares ocasiona que la capa externa de, células se pliegue hacia dentro de la bola hueca, como si diéramos vuelta un  guante. Las células se unen entonces a la superficie interior de la blástula y  migran, arrastrando a más células con ellas. A partir de este momento, esta masa de células se denomina gástrula. 
El resultado es la formación en el embrión de tres capas primarias de células:  el endodermo (capa interna); el mesodermo (capa media) y el ectodermo (capa  externa). 
Comienzan a distinguirse grupos de células que adquieren características  particulares que otras no poseen, especializándose en un tipo celular. La  morfología de las células cambia notablemente y este proceso se denomina  diferenciación celular. 
La diferenciación es el resultado de la activación o inactivación de los  genes Como herencia de la información genética obtenida a partir de la cigota, todas  las células descendientes contienen el mismo conjunto de genes. Entonces,  debemos interpretar que en las células diferenciadas sólo se expresan algunos  genes. Es decir, existe algún mecanismo que hace que los genes estén  “prendidos” o “apagados”. En función de cuál es el conjunto de los genes  activos, las células tomarán una dirección determinada de diferenciación. 
Los genes homeóticos controlan la actividad de otros genes 
Dentro del genoma de la célula, existen ciertos genes llamados homeóticos,  que codifican para proteínas que tienen la capacidad de controlar la actividad  de otros genes y son denominadas proteínas homéoticas. Los genes  homeóticos, a través de sus proteínas homeóticas, son los encargados de prender o apagar a otros genes.  Un ejemplo es el gen myoD que tiene las instrucciones para fabricar la proteína  MyoD. Esta proteína permite la transcripción de secuencias de ADN que  codifican para proteínas musculares (actina, miosina, tropomiosina y  troponina), es decir, activa a cada unos de dichos genes. Si la proteína MyoD  no está presente en la célula, estos genes permanecen “apagados” y no se  desarrollarán las características de las células musculares.  De la misma manera, existen otros genes homeóticos que determinan la  diferenciación hacia otros tipos celulares. 
Los procesos que dan lugar a la formación de un nuevo ser vivo a partir de sus progenitores (o  embriogénesis, la formación y desarrollo del embrión) han intrigado por milenios. Como sucede  con casi todos los campos del los avances en la comprensión de este fenómeno han ido  generando nuevos interrogantes y, si bien en la actualidad se conocen muchos de sus  aspectos, persisten todavía numerosas incógnitas sobre cuestiones fundamentales.  Este artículo intenta proporcionar un panorama del estado actual del conocimiento de la  embriogénesis y, en particular; de sus aspectos aun no dilucidados. Dado que es imposible en  un ensayo de este tipo abarcar todos los animales, ni tan siquiera los grupos más importantes  de ellos, se analizarán sólo las ranas y los sapos, es decir; los pertenecientes al orden de los  anuros - animales sin cola - de la clase de los anfibios, los cuales, por lo fácil de su  manipulación experimental, se usan a menudo para estudiar la embriogénesis de los  vertebrados. 
El análisis del desarrollo embrionario requiere el previo estudio de la formación de las gametas  o gametos, esto es, los espermatozoides y los ovocitos, cuya unión durante la fecundación  inicia la embriogénesis. Recordemos que en el núcleo de todas las células están los  cromosomas, portadores de la información hereditaria, constituidos por ácido  desoxirribonucleico (ADN) y proteínas, y que - en la mayor parte de los casos - sólo son visibles  durante la división celular: en otros estadios de la vida de la célula están asociados en un ovillo  llamado cromatina. La forma y el número de cromosomas de una célula son distintivos de cada especie. 
En todas las células, con la excepción de las gametas, los cromosomas se presentan en pares,  cada uno de cuyos miembros proviene de uno de los progenitores. Así, en las células humanas  hay veintitrés pares de cromosomas y cada par está constituido por un cromosoma heredado  del padre y otro de la madre. En las gametas, en cambio, hay sólo un miembro de cada par de cromosomas, por lo que su número total es la mitad del encontrado en las demás células del animal (por eso se llaman haploides, por oposición a las células diploides). Ello se debe al  modo de división celular que da origen a las gametas, llamado meiosis (a diferencia de la mitosis); pero a pesar de que sólo está presente uno de los dos miembros de cada par señalado, la información genética de los cromosomas de las gametas proviene por igual de   ambos progenitores, pues la separación de los miembros de los pares homólogos durante la meiosis se produce al azar 
Las gametas aportadas por los machos son los espermatozoides, células altamente  diferenciadas, adaptadas a su función y producidas en gran cantidad. Poseen un eficaz sistema  de propulsión que utiliza la energía de la hidrólisis del ATP. para mover un flagelo, cuyo  desplazamiento es la causa inmediata del traslado del espermatozoide. Este contiene, además,  enzimas hidrolíticas y otras proteínas, almacenadas en una vesícula llamada acrosoma;  cuando son liberadas, permiten que el espermatozoide atraviese las cubiertas y la membrana  plasmática de los ovocitos.